La leyenda

La historia de Satyavan y Savitri.

La leyenda relatada en el Mahabharata y que sirve de base al poema es la siguiente:

Aswapati rey de Madra, uno de los reinos de la India antigua, no puede tener hijos y decide emprender una vía de sacrificio y rogativas a los dioses para que le concedan su deseo.

La diosa Savitri, hija del Fuego y de la Palabra, accediendo a sus ruegos le concede la gracia de tener descendencia. A los nueve meses nace una niña que será llamada Savitri en honor de la diosa.

La niña tiene una infancia feliz, mas son tales las virtudes y gracias que le adornan que, llegada a la pubertad, ninguno de los súbditos del reino se atreve a pedir su mano. Por esta razón Aswapati le ordena que emprenda un viaje para encontrar a quien deba de ser su marido.

Así lo hace Savitri y tras un largo periodo de búsqueda, la casualidad le lleva, apartada ya de las rutas de las grandes ciudades, a un claro del bosque en el que por vez primera ve a Satyavan.

Satyavan vive en el bosque en donde su padre el rey Dyumatsena, ciego, ha sido desterrado tras perder el reino de Shalwa.

Tras permanecer juntos un tiempo y comprometerse, Savitri debe volver para comunicar a sus padres que ya ha encontrado a quien va a ser su esposo.

En el momento en que Savitri regresa a la corte de su padre está presente Narad, el vidente, quien al escuchar el nombre de Satyavan predice que el marido elegido va a morir al cabo de doce meses.

Pero Savitri se mantiene en su elección y parte de nuevo para celebrar los esponsales.

Comienza así una nueva vida en el bosque, en compañía de Satyavan, de su familia y de los cortesanos que acompañan al rey en el exilio.

Pasados los doce meses, el momento fatal ha llegado y Savitri acompaña a su esposo al bosque donde acostumbra a cortar leña para el hogar. Encontrándose en esa tarea aparece Yama, dios de la muerte, que comienza a llevarse a Satyavan.

Pero Savitri no se conforma con la muerte de su marido. Contrariando a Yama, primero sigue a ambos al mundo de la tiniebla y de la muerte, y más tarde, imponiendo su voluntad a la del dios, conseguirá ciertos dones relacionados con la felicidad y la descendencia del desterrado rey Dyumatsena y por último devolver a la vida a Satyavan.

Ya de regreso encuentran en el bosque al rey Dyumatsena que, durante su ausencia, ha recobrado la vista así como también el reino que había perdido.

Satyavan y Savitri vivirán felices el resto de sus días acompañados de la bendición de numerosos hijos y descendientes.